Trabajar en Abita Roasting me permitió aprender a trabajar bien en equipo, a ser un líder para el personal y una imagen de cómo los empleados deben tratarse entre sí y a los clientes de la instalación. Aprendí cómo ejecutar un turno correctamente y cómo administrar un equipo de personas, cómo alentar a los miembros del personal a seguir adelante después de una tarea difícil, cómo hacer un inventario, establecer un cronograma y crecer dentro de una empresa. La cultura del lugar de trabajo era de "manos a la obra", lo que significa que tenemos que trabajar juntos como equipo para ser la experiencia más eficiente y positiva para el consumidor.